¿Existe la fórmula del éxito?

04.11.2018 14:11 de MAROGAR .   ver lecturas

“Toma una idea. Hazla tu vida, piensa sobre ella, sueña sobre ella, vívela. Deja que tus músculos, cerebro, nervios y cada parte de tu cuerpo se llenen de esa idea. Luego deja todas las demás ideas solas. Ese es el camino hacia el éxito”. (Swami Vivekananda).

            Es verdad que el fútbol español mejoró mucho en los últimos años respecto a los demás competidores y empezó a refrendarse el progreso cuando en 2008 se ganó el “Europeo” con Luis Aragonés; continuó el éxito en 2010 ganando el “Mundial” y se repitió la victoria en el “Europeo 2012” de la mano de Vicente del Bosque. Los jugadores fueron fundamentales, pero hay que reparar que, desde 2008 a 2012, la plantilla de la Selección se había renovado casi al 70% de componentes, sin duda un éxito para el colectivo, la mayoría se había formado en las categorías inferiores de los equipos y de la Selección. Ya decía Henry Ford que “Reunirse es el comienzo; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito”. Y es cierto que años atrás los entrenadores ganadores siempre eran extranjeros, hasta la aparición de Irureta con su Deportivo; Vicente del Bosque con Real Madrid; Rafa Benítez con Valencia, Guardiola con Barça… Sin duda, aquello resultó un cambio de tendencia. En la actualidad, la mayoría de entrenadores de la Liga son españoles resultando que 15 son españoles, 5 argentinos, aunque 4 de ellos fueron formados en nuestro fútbol antes de la destitución de Leo Franco y Lopetegui. Otro dato significativo es que tan solo tres entrenadores entrenaban en la élite antes de 2010 (Valverde, Mendilíbar y Marcelino). ¿Mérito de los clubs al confiar en los entrenadores españoles? Y es que, además, estamos exportando entrenadores en la actualidad.

            En un artículo de (ElPais, 10.10.2018, Rodrigo Marciel) consultamos algunas claves: “Hemos crecido en nivel cultural y personal. Antes solo se vinculaba el nivel universitario al baloncesto, ahora mismo ha aumentado el de la gente que está en el fútbol, dentro y fuera”, dijo Del Bosque. “Aparecen entrenadores como Machín, todos muy preparados. Es muy difícil que otros países lleguen a este nivel”, amplió el ex seleccionador. Del mismo modo, aseguró Irureta: “En mi época había una especie de selectividad e, incluso, había muchos que no llegaban”. Pepe Mel significó que “Ha surgido en los últimos tiempos una generación muy importante de jugadores que ha ayudado mucho al éxito del entrenador español… En los años noventa era muy extraño ver a un jugador español en una competición extranjera…” Como es lógico, se cita caso de Roberto Martínez, actual seleccionador de Bélgica, fue formado como jugador en Inglaterra, aunque volvió a España para sacarse el título. “Un hombre exitoso es el que es capaz de construir algo con los ladrillos que otros le han tirado”, según David Brinkley.Oscar García recordó que el Dream Team de Johan Cruyff fue uno de los equipos más reconocidos de la historia del fútbol, dejando un legado muy importante. Y Mendilibar aseguró: “A través del éxito de Guardiola lo que se ha hecho es apostar más por gente de la casa”. Hay un efecto dominó hasta el punto que “Ahora todo el mundo quiere jugar como lo hacen los equipos de Guardiola o como lo hacía la selección”, finaliza Pepe Mel. Por mi cuenta y riesgo, afirmo que “No hay fórmulas secretas para el éxito. Es el resultado de tu preparación, trabajo duro y aprender de los errores”, como leí a Colin Powell.

            Antes del partido Barcelona – Sevilla, éste lideraba la Liga. En la última década duplicó los éxitos conseguidos en cien años. Un artículo de Pablo Vande Rusten, (ElPais,19.10.2018), analizó ciertas claves de dicha transformación. Antonio Cano, sevillista, aseguró: “Yo no había visto un título en mi vida: solo celebrábamos ascensos a Primera… Ya nos hemos acostumbrado a ganar”. Incluso asevera que las nuevas generaciones de aficionados se volvieron mucho más exigentes: “Tú tienes que ir a ganar siempre. Mientras más consigas, más tendrás y más exigencia habrá”. Asegura el propio presidente que “El éxito se basa en el trabajo de estos 20 años en los que ha cambiado la inercia de la entidad. Antes, el equipo hacía lo que podía. Pero había que dar un paso más y lo dimos. El consejo de administración apostó, incluso con dinero de nuestros bolsillos, por fichar a futbolistas importantes. Y, sobre todo, no tuvimos miedo a la hora de vender a cualquiera de ellos”. Aseguran en dicho artículo que la sucesión de atinadas operaciones de compraventa de jugadores diferenció la estrategia del Sevilla y dejó un importante margen económico con plusvalías de cerca de 200 millones de euros. Además, “No nos olvidemos de que hoy el fútbol sobrevive por la televisión, y también gracias al marketing. Ambas cosas se hacen a través de la Liga”, señala Castro como argumento del éxito. 

           Al fin y al cabo, durante 100 años el Sevilla solo levantó cuatro títulos, una Liga y tres Copas de España. Sin embargo, en los últimos 18, conquistó ya nueve (cinco UEFA Europa League; una Supercopa de Europa; dos Copas del Rey; una Supercopa de España, Y disputó 18 finales en lo que va de siglo. Su modelo deportivo y de gestión lleva años dando buenos resultados. Personalmente, emití críticas en alguna ocasión porque no soy partidario de unas rotaciones tan bestiales en las plantillas, fichar a 20 jugadores y vender a otros 20 va en perjuicio de unos resultados más armónicos porque los equipos quedan cohesionados de un año para otro si se mantiene un bloque de equipo, y el Sevilla se pasó muchas veces en hacer transacciones con tintes económicos exclusivamente. Pero es una opinión que nunca tendrá el contraste definitivo por cuanto el club se encuentra a gusto con la gestión realizada y los éxitos están ahí.Sin embargo, con todo lo positivo de las gestiones de plantilla, le faltó aún el salto definitivo para emparejarse con los tradicionales Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid.

            En el momento actual se ha revitalizado la cantera sevillista: “Caparrós organiza un día de entrenamiento a la semana con jugadores de distintas divisiones para que vayan tomando conciencia de lo que es estar en el Sevilla”. (…) “La gente ama a la cantera y sueña con verlos en el primer equipo”. (…) “Por cuestión de necesidad y de política del club, no hemos tenido presencia de canteranos en los últimos años. Y eso que históricamente hemos sido un equipo de cantera. Ahora queremos darle un impulso, que haya más participación de los chicos con talento formados aquí”. Sin duda, el arranque de esta Liga ha aportado, hasta ahora, más igualdad, más competitividad, más espectáculo y más sorpresas. Caparrós asegura: “Soy optimista con respecto al futuro… la marca Sevilla es una marca conocida a nivel mundial”. Comprar bien y vender mejor, impulsar la cantera, trabajar y ser exigentes. No hay explicaciones estrambóticas para explicar el exitoso presente del Sevilla. Y El Arrebato captó la idea: “Somos un club ambicioso, nunca nos hemos conformado, no aceptamos un segundo plano. Casta y coraje. No hace falta lograrlo, hace falta competir. Quien lucha hasta el final de veras nunca obtiene una derrota”.

           “El secreto del éxito es empezar. El secreto de empezar es dividir tus complejas y abrumadoras tareas en pequeñas tareas manejables, y luego no pierdas tiempo en empezar la primera”, según Mark Twain.Y un equipo prácticamente invencible nos lo estaban pintando con los nuevos fichajes del Atlético de Madrid. Sacaron tanto pecho algunos periodistas que se lo aplastaron el día del enfrentamiento contra Borussia, perdiendo 4-0. Y un dato ilustrativo: Los del Dormund corrieron 113,8 kilómetros mientras que los atléticos llegaron a 105,9 kilómetros, y se suele decir que el que más corre es el que peor juega. Curiosamente, el entrenador contendiente, Favre, es un ejemplo de entrenador ofensivo más preocupado por la creatividad que por la defensa a ultranza. Esta semana, el Atlético de Madrid sólo empató con Leganés, a un tanto, que dio al traste con sus ansias de situarse de líderes. El Barcelona, hasta el minuto 93 lo hubiera permitido, por cuanto perdía contra el Rayo Valecano y éstos, en cinco minutos, perdieron las opciones de victoria cuando ganaban por 2-1 con muy buenas maneras. Pero el Barcelona, recordando la “táctica Alesanco” que ya utilizó Cruyff en tiempos memorables, Valverde copió aquella solución poniendo a Piqué en idéntica situación que les sirvió para empatar a dos tantos y, posteriormente, el oportunista Suárez concretó la victoria. Tan oportuno que marcó los goles necesarios para la victoria de su equipo liderándolo con gran personalidad en ausencia de Messi y mostrando con clarividencia cual es la fórmula del éxito. Horas antes, el Valencia había perdido en su casa contra el modesto Gerona; del mismo modo, el Real Madrid pasó muchos apuros contra otro modesto recién ascendido como el Valladolid que estrelló dos balones en los postes y no renunció a acercamientos peligrosos hacia la puerta de Courtois y, a última hora, ganó por dos goles a cero después de un gol de carambola del brasileño Vinicius y un “penalti Panenka” ultimado por Sergio Ramos. ¿Existe la fórmula del éxito? Seguramente los aficionados del Real Madrid hoy asegurarían que tuvieron la suerte que en partidos anteriores les abandonó. Probablemente nos tendremos que apoyar en Descartes cuando asegura: “Para averiguar la verdad, es necesario, una vez en la vida, dudar de todas las cosas tanto como sea posible”.

            Salamanca, 4 de noviembre de 2018.