Fútbol e incertidumbre

20.08.2019 08:15 de MAROGAR .   ver lecturas

” Es en la incertidumbre donde sucede lo nuevo”, Gary J. Boshop.

El periodista Carreño, en la Ser, aseguró que la Liga 2018/19 no había sido buena quizás porque los de arriba habían ganado menos partidos que de costumbre. Justo lo contrario de lo que yo deduzco analizando el transcurso del Campeonato, por cuanto una competición debe ser más equilibrada, veinte equipos compitiendo al máximo no debieran presentar tantas diferencias, de hecho, se dice que el R. Madrid jugó muy mal y, sin embargo, quedó tercero al final de la Liga.

En el libro “Deja de joderte la vida” pude leer: “¿Cómo podemos comprobar que lo que creemos es verdad?”, nos aporta reflexiones muy útiles entre ellas la idea de movernos en un ambiente de incertidumbre para superarnos. Muchos equipos de la Liga española que otras veces no contaban se colaron en posiciones adelantadas lo que supuso una pequeña revolución: Getafe. Alavés, Athletic de Bilbao, Levante, el mismo Betiss que fue capaz de ganar en el Nou Camp con un resultado amplio… Mientras abajo se debatieron equipos que jugaron un fútbol excelente como Celta, Villarreal, Gerona, Huesca, Rayo Vallecano algunos de ellos perdiendo la categoría… A mí me parece que todo aquello confirmó la máxima lanzada el otro día por el entrenador de baloncesto del Real Madrid, el triunfador Laso: “Lo importante no es sólo la victoria”. 

Por eso mi insistencia de que la Liga finalizada fue interesante, siendo muy interesante que Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid ganen menos partidos lo que señalaría una disputa de puntos por parte de los demás. Ese nuevo equilibrio se produjo, seguramente, porque el dinero de las televisiones se repartió más equitativamente como ya ocurriera en otras Ligas europeas y, por tanto, los más desfavorecidos pudieron fichar mejores futbolistas.

Por tanto, ampliemos visiones que parecían inamovibles.En 2011, en plena euforia mundial por el fútbol vistoso del F.C. Barcelona de Pep Guardiola, parecía que la consigna primordial era dar espectáculo, agradar a la gente, porque la clave no era ganar siempre sino cómo ganabas. De pronto, Alfredo Di Stéfano polemizó: “El azulgrana es un gran equipo, si; pero el mejor de la historia es la “Máquina de River Plate”. Curiosamente no se remitió al Real Madrid de las cinco “Copas de Europa” entre 1956 y 1960 donde él fue protagonista principal. También Renato Cesarini, otro argentino mito de la Juventus, concordó: “River fue el mejor equipo que se pudo construir, una verdadera obra maestra”. El diario Marca llegó a publicar: “La Máquina solo tuvo 18 partidos para demostrar su perfecto engranaje. Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau apenas coincidieron en una veintena de partidos. Suficiente para dejar huella. La más grande en la historia de River”. En la revista “El Gráfico” se pudo leer: “En la década de los 40, River tuvo el que fue, para muchos, el mejor equipo de la historia del fútbol argentino. El apodo nació de la sincronización matemática con la que se movía su mítica delantera”. Precisamente el periodista Ricardo Lorenzo inmortalizó el sobrenombre señalado cuando en una crónica de un partido (El Gráfico) ganado a Chacarita por 6-2, junio 1942, dijo de River: “Jugó como una máquina el puntero”. 

Al parecer, aquel River jugó “un fútbol de desborde y velocidad, cimentado en el juego de toque y constante movilidad que sentó las bases de lo que hoy se conoce como el fútbol moderno”. El director técnico de “La Máquina”, Carlos Peucelle, explicó: “En ese equipo se dio una conjunción casi mágica de futbolistas excepcionales que lograron la armonía que solo se consigue jugando juntos con frecuencia”. Quizás fue precursor en el aspecto táctico como aseguró el periodista argentino Pablo Ramírez: “Todos hacían todo. Entraban, salían, tocaban y devolvían. Cambiaban de posiciones con una sincronización matemática. Una idea ancestral del fútbol total de la Holanda de (Johan) Cruyff. Una muestra de que “La Máquina” hizo escuela rompiendo los moldes de su contexto histórico”.

Le preguntaron a Di Stéfano, “¿Por qué ese River fue tan innovador?”, a lo que contestó: “Moreno bajaba, Pedernera bajaba, Loustau bajaba… Bajaban todos menos Labruna, que se quedaba un poco más arriba. Cruyff hacía lo mismo. Se tiraba atrás y no sabías si era un once, un siete o un diez. Antes no era así. Cuando llegué al Madrid, había que jugar con el ariete en punta. A mí no mee gustaba porque a veces no hay jugadores para eso. Porque aquí cuando los defensas marcaban al delantero centro lo marcaban a muerte. Uno encima y el otro a la espera”. (…) “Dicen que ahora una organización terrible. En la época nuestra nos comíamos dos platos de espaguetis y nos íbamos a jugar con la panza llena. Ahora resulta que los tipos de antes eran unos sabios porque ahora lo único que comen para jugar son fideos. ¿Qué pasa?”. Di Stéfano era muy pragmático, cuando le preguntaron: “¿Evolucionó la táctica?” – “¡Qué va a evolucionar! Alrededor del fútbol se exagera todo. En mi época, el técnico era un tipo con un chándal azul que tenía cuatro tiras de esparadrapo negro para hacer una E. Ahora se habla mucho. Hay mucha poesía, mucha novela. Cuando un jugador está en la cancha, nunca se vuelve al banquillo y le pregunta a su entrenador, ¿Qué hago? ¿Le pego así o así? Para la táctica lo único que necesitas es tener a tres o cuatro tíos dentro del campo que sepan lo que es un equipo. “¡Cuidado con éste!”. “¡Déjamelo, que yo lo mato!”. “¡Yo te la mando ahí…!”. Es cuestión de oficio, de picardía, de saber estar. Por eso no es lo mismo tener 18 que 28. Por más que a los 18 jueguen de maravilla, por más que seas Messi… Mucho empalaga. Y gambetear en el medio del campo está bien. Sí. A dos, a tres rivales, pero ¿y si te afanan la pelota? ¡Adiós muy buenas! Ahora, lo del loco este (Messi) es un espectáculo. Yo lo estoy estudiando ¿Qué cree? Lleva el balón así, cortito, tic, tic. El secreto es el toque cortito y la fuerza. Es potente. Es como Gento de fuerte. Es más fuerte que Maradona”. 

Aquí podría estar contenido todo un compendio del fútbol simple. Es curiosa la coincidencia entre lo que manifestaba Di Stéfano y lo que se cuenta de Bill Shankly: “Un equipo de fútbol es como un piano. Necesitas a ocho personas que lo muevan, y tres que puedan tocar el condenado instrumento”. Las visiones del mago Di Stéfano son sencillas, nada adornadas, transparencia total sin alharacas. “En el 50, después de volver de la gira por Europa con “Millonarios”, estaba comprando mortadela con mi hermano en una rotisería y le dije: “Mira, yo me voy a España. A éstos les pego un amague así y los dejo atrás a todos”. Después, ya en España, cuando les pegaba un amague, los tenía otra vez ahí. Recuerdo que le escribí una carta a mi hermano: “Mira, aquí, les pegas 40 amagues, pero siempre los tienes encima”. Era diferente. Y la preparación atlética, también. En Argentina era todo creatividad. Aquí era todo físico. Todos saltaban de cabeza, todos jugaban con ariete. En Argentina, si llovía, se suspendía la jornada. En España se jugaba con lluvia y con balas”. 

Me encantan estas visiones, al fin y al cabo cuestiones que no aparecen en los libros de historia del fútbol y son todo un halago al fútbol español, justo ahora evolucionó a otros estándares futbolísticos. “Los marcajes eran más sanos. Ahora agarran. Hacen pijaditas, muchas faltitas. En vez de hacer un esfuerzo superior para derribar al rival o para anticiparse y despejar, lo agarran. Total, una amonestación. Total, después, con cinco amonestaciones, estás suspendido. Total, el club paga. Siempre total”.  La “Saeta Rubia” jugó en River y Real Madrid, se despidió del fútbol en 7. junio.1967, en un partido homenaje del Real Madrid contra el Celtic de Glasgow cuando ya hacía tres temporadas que había dejado de ser jugador madridista. Su bagaje numérico: 396 partidos y 307 goles, 8 Ligas, 1 Copa de España, 5 Copas de Europa consecutivas, 1 Intercontinental, 2 Copas Latinas… Un 9 teórico convertido en “Todocampista”.

Un fuera de serie que, en la práctica, no fue un entrenador insuperable. Pero almacenaba su propia biblia del fútbol simple.

Salamanca, 20. agosto.2019.