Fútbol: La prioridad es el balón, así de simple.

30.08.2019 18:28 de  MAROGAR .   ver lecturas

“El balón es el norte, es un elemento neutral para los dos equipos, su posesión es la razón de ser de este juego, con él pasarán siempre cosas distintas que si no lo tenemos y el partido de fútbol será diferente en función de su mejor o peor administración”. (“La Ignorática y el fútbol”, marogar).

            En 2009, publiqué “La Ignorática y el fútbol” allí ya incorporé un capítulo dedicado a “El balón (o la pelota)”. Y me explayaba en su utilidad para jugar correctamente al fútbol. “El universo está lleno de cosas mágicas que esperan pacientemente a que se agudice nuestro ingenio, dice Eden Phillpotts. Desde la antigüedad, el balón marca el estilo de los equipos de fútbol con la magia de su movilidad. Es la brújula con la que se guían los jugadores. Sin él están perdidos, nunca encontrarán un espacio favorable pues se encontrarán fuera de lugar, como no participando en la fiesta del fútbol… Desmond Morris asegura que “El centro de todas las actividades de la Tribu del Fútbol es el balón. En tanto objeto material, su principal propiedad es la “movilidad imparcial”. También Jean Giraudoux poetizaba: “… el equipo da a la pelota el motor de once malicias y once imaginaciones”.

             En esa línea, me gustan los razonamientos de Ignacio Benedetti en el “blog de marti.perarnau”: “En el fútbol se le ha dado cabida a tantas corrientes de pensamiento que hoy es imposible examinarlas, mucho menos debatirlas, a profundidad. De eso se han valido los fariseos de toda la vida para hacer colar algunas barbaridades, muchas de las cuales les atentan explícitamente contra el juego que dicen defender. Hace apenas unas horas, un entrenador de la Primera división declaró, sin que se le cayera un pelo, que en el fútbol, el balón no es tan importante. Es cuando menos perturbador que en el año 2019, a más de cien años de la organización reglamentaria de este juego, todavía existan aquellos que creen que este es un deporte que se juega sin la pelota… Nunca antes fue tan sencillo vender pescados podridos como el que hago referencia. No les pidan a estos discípulos de la incultura que ahonden en sus teorías, ya que son ellos los primeros que han confundido la gimnasia con la magnesia. Sepa el lector que no esto no se trata de defender estilos de juegos, porcentajes de posesión u otras idioteces que apenas sí son la guarnición que acompaña al plato principal. Esto se trata del fútbol, del juego, y cómo no, de llamar las cosas por su santísimo nombre”. (…) “Juan Manuel Lillo dixit: “La relación con la pelota define qué hace ese equipo cuando dispone de ella y qué intenta cuando quiera recuperarla”.  

            Benedetti sigue concretando: “El centro energético de este deporte es la pelota. A partir de la relación que un equipo desarrolle con ella, los demás podremos intentar entender o descifrar las señales de identidad de ese colectivo… La observación del fútbol debe abarcar en todo aquello que se intenta durante la constante reorganización de ese cuerpo, de ese sistema que llamamos equipo. Y esas conductas, tanto cuando se dispone de la pelota como cuando no, tienen que ver con el tiempo, con los espacios, con las superioridades y, por supuesto, con el engaño. Pero todo se justifica desde la relación con el balón”. (…) “El mejor modo de lograr que los jugadores coordinen sus actos consiste en hacer que practiquen el deporte en un compás 4x4. La regla básica sostenía que el jugador con la pelota debía hacer algo con ella antes del tercer tiempo: pasarla, lanzar o comenzar a driblar. Si todos marcan el ritmo, es más fácil combinarse armónicamente, compás a compás. (“Once anillos” de Phil Jackson). 

            “Los balones son pateados con profana tenacidad. Sin embargo, son el símbolo de una especie que al salir de la infancia abandona los juguetes y conoce la muerte. Como tantos objetos cargados de sentido, su mensaje no deja de ser irónico. Esquivo y movedizo, nos recuerda que la eternidad es veloz”. (“Balón dividido”, Juan Villoro) “Ya es imposible saber si el fútbol se hizo rápido a causa del balón o balón se adaptó a la velocidad de los jugadores. Lo cierto es que los médicos se volvieron más importantes y la industria farmacéutica invento píldoras energéticas y cápsulas antioxidantes”.

             Quizás el más drástico fue Arséne Wenger cuando dijo: “El idiota, cuando gana no se hace más inteligente. Se hace más idiota”. A mi me parece una invitación a educarse en las maneras de perder antes que en los métodos de ganar. Es una manera muy real, aunque muy simple, de percibir la actual competición y el juego del fútbol. 

            Salamanca, 31. Agosto. 2019.