La importancia de una buena cultura organizativa.-

19.05.2019 17:40 de  MAROGAR .   ver lecturas

“No ha habido cambios biológicos en los humanos en los últimos 40.000 años. Todo lo que llamamos cultura y civilización lo hemos construido con el mismo cerebro y el mismo cuerpo”. Stephen Jay Gould.-

                Comencé a leer el libro de Damián Hughes que bucea en la cultura del F. C. Barcelona intentando extraer recetas de éxito.  El libro en cuestión, titulado “El secreto del Barcelona”,  desmenuzan ideas y propuestas con el fin de avanzar en la mejora de la gestión. Y es muy llamativo ya desde su “Prefacio”: “La verdadera prueba de cómo es una cultura es el comportamiento de la gente cuando nadie mira”. (Anónimo). … El tiro, veloz, como un rayo, esquivó la estirada desesperada del portero, pasó por el exterior del palo y no entró por escasos centímetros… Antes de que la multitud tuviera la oportunidad de procesar lo que había pasado y de reaccionar en consecuencia, Pep Guardiola, en su primera temporada como entrenador del Fútbol Club Barcelona, se giró de inmediato para mirar a su banquillo. Quería hacer una foto mental de los suplentes. Quería observar su reacción frente a lo que acababa de ocurrir… Algunos de los jugadores saltaron de los asientos anticipándose a que el balón se alojara en el fondo de la red, antes de llevarse las manos a la cabeza por la frustración de ver que su equipo no había desempatado. Otros, ni se movieron ni reaccionaron de ninguna forma, parecían indiferentes a lo que acababa de ocurrir ante sus propios ojos. Este desinterés transmitía su infelicidad personal al no haber sido incluidos en la alineación inicial”. Esta escena es muy típica en un banquillo. Y puede resultar un seminario en sociología. Por eso, la conclusión es contundente. Y el libro en su “Prefacio” remata: “El verano siguiente, todos los jugadores que no habían mostrado ninguna reacción habían dejado el club”. ¿Curioso, no?

                El libro en cuestión, sin embargo, empezó a elucubrar con asuntos políticos y desvirtuando los conceptos hasta llegar a asegurar que un partido entre Barcelona y Real Madrid es una especie de contienda entre la independencia de Cataluña y el estado franquista opresor.  Y otras lindezas que no quiero reproducir, por tanto dejé de leer automáticamente lo que prometía como un buen análisis del juego barcelonista. Al fin y al cabo, un modelo de fútbol como el del Barcelona acaba haciéndose odioso por aquello de que son “más que un club”. Por esa misma razón, Guardiola alimentó ideas no futbolísticas que nos obligó a alejarnos de sus concepciones meramente deportivas. Sin embargo, en el Manchester City consiguió el máximo de títulos –CUATRO- con excepción de la “Champions League” si bien está cuestionándose ahora mismo si sus inversiones fueron superiores a las de sus competidores que pudieran derivar en sanciones futuras por transgredir el “fair play” financiero que pudiera beneficiarle en aspectos fundamentales. Como quiera que sea, Marcelo Bielsa aseguraba estos días de Guardiola su “estilo inimitable” como entrenador, su capacidad para confeccionar “equipos de autor”, incluso su excelente trabajo de “orfebre” con sus equipos. Porque el entrenador tuvo que evolucionar en Alemania con un fútbol distinto al español  y con jugadores muy distintos; como le ha podido pasar ahora en Inglaterra donde el toque no predomina entre los equipos ingleses y el balón está más veces por el aire que en el suelo.-

                Y en España finalizó la Liga con Barcelona campeón y 87 puntos. Segundo puesto para At. Madrid con 76 puntos, 8 puntos más que Real Madrid; y éste, aún con su floja temporada y las aportaciones de tres entrenadores, sacó 7 puntos al Valencia; quedando Getafe y Sevilla a continuación con 59 puntos. Sin duda, permaneció la tónica de excesiva diferencia de puntos en los puestos cabeceros. Y, por abajo, bajaron a Segunda equipos como Huesca, Rayo Vallecano  y Gerona. (Los dos primeros tan solo han permanecido un año en la categoría y dos años los catalanes). En general jugaron un buen fútbol los tres incluso el entrenador Eusebio ejerció con el “modelo Barça”, prueba evidente de que los modelos precisan de buenos ejecutores como parece que algunos pretenden olvidarse.-

En algún momento he bebido de las fuentes contenidas en el libro de Bruce Lee, “Pensamientos extraordinarios”, un maestro de artes marciales con una gran fuerza mental: “Un buen maestro es simplemente un catalizador”. En dicha publicación se registran numerosos pensamientos de los que cualquier entrenador de fútbol puede aprender en su gestión diaria. Al igual que los futbolistas. “En la búsqueda de la verdad es necesario investigar de forma independiente, no depender del punto de vista de otra persona o de un simple libro”. (Bruce Lee).-

                “Profunda simplicidad = sentido común”, aceptando también que “la simplicidad es difícil”, siendo evidente la dificultad para transmitirla. Porque la cultura a medio camino conduce a la ornamentación, por ello insiste en que “El verdadero refinamiento busca la simplicidad”. Si todas estas ideas las intentamos trasladar al mundo del fútbol, no es nada fácil concatenar la realidad con la práctica, y además ganar partidos que es lo que permite desarrollar nuevas ideas. Si no ganas no progresas en la practicidad de una táctica, de un sistema, costará mucho hacerlo tangible a los aficionados que quieren siempre un tributo inmediato: La victoria.-

            “La simplicidad se alcanza mediante una preparación profunda”, lo que ocurre es que debemos observarlo como natural, casi espontáneo. Cuando ves un partido de fútbol y el balón fluye de jugador a jugador, con la resistencia de los futbolistas contrarios que tratan de interrumpir los avances, notamos esa necesidad de imponerse por un mayor acierto de los jugadores ofensivos. Otra cuestión es que los elementos que defienden aporten también su sabiduría técnica o táctica y, después de arrebatar el balón, inicien un nuevo ataque en el sentido contrario. Si después de varias acciones de ambos equipos, varias transiciones, y múltiples áreas geográficas invadidas con el balón, con apenas faltas cometidas entre unos y otros, damos por sentado que aquel fútbol nos gusta y tan solo esperamos a que los goles aparezcan porque el juego ya recibe nuestra aceptación. “Una persona simple no establece las leyes, sino que acepta lo que sucede tal como viene”.

            Precisamente por eso me gustó especialmente la opinión de Bielsa sobre Guardiola, y es que no solo los equipos grandes y sus entrenadores son “inimitables”; “equipos de autor”; o que tengan que actuar como ”orfebres”… Y en la Liga española ha habido entrenadores muy en esa línea: Bordalás con su Getafe; Mendilibar con el Eiba; Rubi con Español; incluso Marcelino con Valencia y su espectacular remontada en la segunda vuelta; Paco López con Levant; etcétera.Soy un enamorado de las frases imaginativa que nos transportan a hechos prácticos.  “No se equivoquen: la sencillez sólo se logra a través del trabajo duro”. (Clarice Lispector). La palabra sencillez hace referencia a la ausencia de ornamentación, también significa falta de dificultad o esfuerzo, es algo fácil de entender quizás menos de lograr. “Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía) corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto”. (Mario Benedetti). Otros que siempre tienen las ideas claras, como Einstein, señalan que “Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre”. Otros como Balmes significaba que “El pensar bien no le interesa solamente a los filósofos, sino a las personas más sencillas”. La temporada de Liga regular ha finalizado y ahora los entrenadores deben aflorar su mente analítica y planificar sus plantillas, sus ideas, sus sistema de la manera más simple y eficaz, como cuando enfríamos el agua de un botijo, sin necesidad de ostentar grandes ecuaciones diferenciales.

                Salamanca, 19. mayo. 2019-