Los autogoles en el fútbol.

30.10.2017 00:16 de  MAROGAR .   ver lecturas

Indagué en informaciones históricas, logrando una pequeña síntesis acerca de los autogoles en las competiciones de fútbol. Dicen que el primer gol en propia puerta ocurrió en el año 1888 en un partido de la liga inglesa, siendo su autor Gershom Cox. Asimismo, también cuenta que uno de los autogoles más recordados fue un 20 de marzo de 1976 en un partido entre el Aston Villa y el Leicester City. Ese día, Chris Nicoll de “Los Villanos” marcó dos tantos en su propio arco, el partido acabó en empate. Por otra parte, señalan que el jugador que más goles metió en su portería, un total de 8, fue Richard Dunne en el fútbol inglés. Se habla al mismo tiempo de Jamie Carragher, partido Liverpool- Everton,     que mandó el balón a la red en su partido de homenaje. En 1999, Carragher había anotado 2 autogoles, lo que le valió al Liverpool para calificarse contra el Manchester United. También pasó a la historia el gol de Miguel Marín, arquero del Cruz Azul de Méjico en 1976, quiso despejar con las manos hacia uno de sus compañeros y la introdujo en su propia portería. Igualmente, se habla del autogol de John Arne Riise en el último minuto, semifinal de la Liga de Campeones entre Liverpool y Chelsea, los “blues” se hicieron con la clasificación a la gran final.

Algunos autogoles fueron muy famosos, fueron incluso considerados como los mejores goles del mes. Huelmut Winklhofer metió un golazo por toda la escuadra, lo mismo que Chris Brass, en el Bury Darlington del 22 de abril de 2006 cuando intentó despejar el balón de su área, enviándolo contra su nariz y el rebote acabó en el fondo de las mallas. O sea, una nariz rota y un gol en contra. En las Copas del Mundo, el mejicano Manuel Rosas anotó un autogol de cabeza en la eliminación de su Selección ante Chile.

En la Liga española, Loren fue un central que también jugó, en ocasiones, como delantero y marcó 5 autogoles en su carrera figurando en la lista de 10 jugadores con más partidos disputados con equipos españoles. Del mismo modo, se cita a Sergi Barjuan como responsable de 5 autogoles en su carrera… En esta temporada 2017/18, Arribas, jugador del Coruña, firmó ante el Español el sexto autogol de esta Liga española, supuso un 2-0 en contra para los gallegos. Con ese, ya se contabilizan seis autogoles lo que determina una Liga con demasiados errores defensivos: Barça-Betis (1, Betis); Betis-Celta (1, Betis); R. Sociedad-Real Madrid (1, R.Sociedad); Girona-Barça (2,Girona); Español-Deportivo (1, Deportivo).

Al margen de la operatividad del autogol, bueno es encontrar otras perspectivas. En el libro “El balón es redondo”, de Dietrich Heyde, dedicó uno de sus capítulos a “Los autogoles”: “Sentarse a mirar un juego de fútbol en un bar en compañía de más gente es algo especial. Para mí es fascinante que los partidos ocurren en los rostros de los espectadores que reflejan lo que pasa en la cancha. La emoción se vive también al escuchar las reacciones y los comentarios efusivos cuando nuestro equipo anota gol, y de igual manera, al sentir la palpable frustración cuando caen esos temidos goles en contra. El fútbol vive de goles: ¡Claro! ¿Pero autogoles? No, los autogoles no deberían de ocurrir, no deben pasar, pero suceden”.

A mí también me gustaba el ambiente de fútbol de los bares viendo un partido de fútbol, en la época del blanco y negro, era la única referencia futbolística que teníamos por entonces. Otras veces me acercaba a ver “la matinal” en el Cine España de Salamanca donde se mostraban las imágenes del “Nodo”, imágenes en pantalla grande, también en blanco y negro, de los partidos internacionales sobre todo del Real Madrid que jugaba en Copa de Europa.  Pero ese ambiente “entusiasmante”, ya no es el mismo porque, en la actualidad, es mejor no pronunciarse en público ni de religión, ni de política, ni siquiera de fútbol… Escribía Heyde en referido libro: “Durante el mundial de 1994 el jugador colombiano Escobar metió el autogol que le costó la vida. Poco después de regresar a Medellín, Escobar fue asesinado a balazos… Vivimos en un mundo que dicta de manera absoluta que el éxito se debe de alcanzar a toda costa; que el error y la derrota, incluyendo los autogoles, no pueden permitirse”. Es llamativa la carencia de educación deportiva, el respeto al contrario, la autoridad del árbitro, sólo sabemos ganar y no encontramos mecanismos para aprender en la derrota…

Heyde continuaba: “Es imprescindible que una sociedad que se precie de tratar al ser humano con dignidad, también permita los fracasos y los autogoles de las personas. Es decir, en todo, desde la tecnología de vanguardia hasta nuestro trato diario con los demás, se deben tomar en cuenta las debilidades, las carencias intelectuales y en general las limitaciones de la vida humana. Nuestra convivencia debe considerar dichas condiciones y fomentar el perdón de los errores. El ser humano debe alejarse y mantenerse libre del delirio de la perfección… Cualquiera los puede llegar a meter, aún los mejores jugadores. Cuando sabemos esto y metemos un autogol podemos continuar el juego con menos angustia; y esto nos vale tanto en la cancha, como en la vida”. Argumentos alentadores…

 El fútbol enseña incluso en las peores condiciones y las conclusiones debieran ser la superación de los errores, de los momentos más difíciles. Un autogol nunca será un estigma si el autor busca la superación y no se deja acoquinar por la desgracia… Lo grave no es cometer el error de un autogol sino el hundirse y no levantarse mentalmente.

Salamanca, 30.octubre.2017.