Sinergias en el fútbol actual
“Los buenos equipos acaban por ser grandes equipos cuando sus integrantes confían los unos en los otros lo suficiente para renunciar al “yo” por el “nosotros”. (Phil Jackson).
“El todo es más que la suma de las partes”, esa sería la esencia de la sinergia; esa sería la esencia de cualquier equipo de fútbol. El valor agregado de una serie de componentes, de una serie de acciones, de una serie de colaboraciones, todo ello mezclado daría el máximo componente siendo el gran fundamento de cualquier equipo que se precie. Contrario a todo ello es el comentario de Valdano cuando apunta que “Isco y Valdano quieren ganar los partidos por sí solos”. Sin embargo, vean las crónicas de un partido de fútbol que, cuando éste acabó, el periodismo siempre tiende a buscar héroes, o villanos, individuales. Cualquier ensalzamiento individual, cualquier crítica, sin duda hace de menos a sus compañeros o incluso los libera de responsabilidades en los momentos de pérdida. Pocos comprenden las complementariedades de un equipo de fútbol, la labor indescriptible de los hombres que “juegan sin balón” cuando otros aseguran que “no juegan a nada”. De nuevo, se desconoce que el mejor futbolista del planeta nunca llega a tener más de tres minutos de contacto con la pelota. Por tanto, los futbolistas que menos tienen la pelota están colaborando más de 87 minutos sin balón para que los mejores “peloteros” dispongan de esa herramienta. Pero, ya digo, nunca más de tres minutos… Ahora bien, que me expliquen las sinergias que se producen en un partido de categorías de base en Canarias (Alevín en este caso), tanto para los ganadores como para los perdedores, cuando el resultado final fue de 47-0. (Publicado hoy mismo). Sin duda, la responsabilidad de unos y otros está liberada de culpa, pero algo no funciona correctamente si se producen esas diferencias que no benefician deportivamente a ninguno. Pero este panorama está ocurriendo en muchos más campos españoles; incluso a veces, me revuelvo al observar a entrenadores de niños que solo corrigen echando broncas y con castigos inútiles: “Vete a dar dos vueltas al campo”, dicen “malencarados”. Mal presagio…
En mi libro “Evidencias y paradojas del fútbol”, en “La estrategia del delfín” hicimos alguna reflexión casi poética sobre una manera inteligente de actuación personal:” La magia de las sinergias conseguidas por el delfín es una gran paradoja y se requiere mucha decisión, mucha inteligencia, para definir el momento preciso, para verificar que cuando saltemos al vacío no quedaremos atrapados en la arena como si fuera un pozo de chicle. Los entrenadores, los maestros del fútbol, tienen en “La estrategia del delfín” un ejemplo práctico para desarrollar a sus equipos, a sus propios jugadores, para generar nuevas iniciativas. Haciendo que sus plantillas, y ellos mismos, no sean ni carpas ni tiburones, sino delfines inteligentes y adaptados. Es verdad que las personas nos aferramos al impulso que sentimos de la ola que nos arrastra cómodamente todos los días. Nunca pensamos que nuestra ola benefactora, más temprano que tarde, se estrellará, se desvanecerá, dejará de ser nuestro motor… El delfín lo intuye, va creando sinergias ola a ola, sabe del trabajo de montarse y bajarse, pero no se aferra a ninguna de ellas, cambia y fluye sin anclarse al pasado inmediato…” Sinergia significa cooperación. Trabajo en conjunto. Al Barcelona le negaron al principio de temporada su capacidad como equipo cuando lo hundieron, públicamente, solamente por el hecho de que Neymar se fue a otro equipo, de nuevo la individualidad suple las ideas de conjunto.
Sin embargo, al Real Madrid le aplaudieron por su renovación de la plantilla con gente joven muy prometedora: Asensio, Achraf, Vallejo, Theo, Llorente, Ceballos, Mayoral… Cuando los resultados evolucionaron en sentido contrario a la idea manejada en agosto, la opinión pública cambió de manera descarada y se empezó a criticar venenosamente la renovación practicada por el Real Madrid. ¿Sinergias…? ¡Y un huevo! Volvemos a lo indescifrable del fútbol y a la evidencia de que la mayoría solo piensan en: ” ¡Ganar, ganar, ganar, ganar… y ganar!” Pues qué pobre conclusión, cuando el fútbol debe ser una pugna noble y competida donde los logros no estén asegurados porque hay otros competidores que entrenan también para ganar. L’Equipe entrevistó a Simeone recientemente. “Cada vez que un partido comienza, tengo miedo. Y es el mismo miedo que cuando jugué… El miedo te hace mejor. El miedo te hace rebelde. El miedo te mantiene alerta. Estar callado es tóxico. Porque el fútbol es muy cambiante. El mejor estado mental de un futbolista es cuando tiene miedo. Lo obliga a alcanzar su mejor nivel… El jugador percibe lo que siente el entrenador. Él lo mira todo el tiempo. Y cuando el entrenador reduce su energía, pierde al vestuario”. Una teoría muy interesante, hasta ahí pueden llegar las sinergias del fútbol: “Lo que hago durante el partido no es actuar, sino transmitir los sentimientos y la energía que tengo y que veo necesaria para el equipo. Miro a los jugadores en el terreno de juego y cuando veo que se relajan, me fastidia. Porque sé que van a jugar mal y va a fastidiar a mi equipo. Por supuesto que vivo el partido, pero lo vivo para ayudar a los jugadores a estar al mejor nivel”. Simeone sí cree en esa pugna constante que debe mantenerse en el fútbol, incruenta…
Casi coincidente en el tiempo, entrevistaron a Xabi Alonso en “Ecos del Balón”, desgranando aspectos interesantes: ” De mis primeros años, me acuerdo perfectamente de cuando me tocaba jugar contra el Depor de Valerón. No sabía lo que tenía que hacer para quitarle la pelota. Me la enseñaba, yo iba, me la escondía y pum: se iba. Y ya no lo podía coger”. También es de la opinión que “Guardiola hizo mejor al Madrid de Mourinho… Pasamos a tener un juego mucho más dominante. A finales de 2011 estábamos pletóricos. Nosotros lo sabíamos: en cuatro jugadas éramos capaces de romper cualquier partido. Era como ir al parque de atracciones”.(…) “Había la sensación de que cada córner en contra era más una ocasión de gol a nuestro favor que para nuestro rival. Cómo salíamos… Con Mesut (Ozil), que parecía débil pero tenía una conducción de 30 metros brutal, Cristiano que corría por el lado atravesando todo el campo sabiendo que al final le iba a llegar el balón, con ese convencimiento, y luego, Karim y Fideo. Puro poder”. Viene a muy bien a la polémica actual que Xabi Alonso opine así: “Con un 9 como Benzema, se presiona mejor… Benzema es mitad delantero, mitad mediapunta. Muchos le critican por eso; yo creo que es su mayor virtud. No le puedes buscar en una sola jugada, sino en muchas y diferentes. En profundidad, en el área, en las bandas y a la espalda del pivote, que es donde se marca la diferencia. Y si construyes el juego así, estás mejor posicionado. Más junto. Y si estás más junto, puedes presionar mejor”. Y apareció un tema recurrente: “Messi me ha hecho mucho daño, yo lo he sufrido mucho. Nos hizo estrujarnos mucho la cabeza. Hablábamos mucho con Mourinho y con Sergio Ramos. ¿Cómo nos estaba haciendo daño? ¿Cómo lo podíamos controlar? Jugaba Messi y, por detrás, de interior derecho, Xavi. Y te provocaban. Xavi me enseñaba el balón, yo iba, Messi se metía en mi espalda y tenía que salir Sergio a por él, y nos machacaba. Solo empezamos a controlar a Messi cuando fui yo, y no Sergio, quien se encargó de su desmarque. Xavi me llamaba, pero yo me quedaba con Messi y así Sergio no tenía que salir, y a partir de ahí, lo controlamos bastante bien. Sacrificábamos metros y poder robar para priorizar en Messi. Y cuando le controlamos en esa posición, los Barça-Madrid se igualaron”.
El Real Madrid jugó la final del “Mundial de Clubes” en Abu Dhabi, contra el Gremio brasileño. Ganó por 1-0 y los madridistas disfrutaron de un nuevo título. En el año, el R. Madrid ganó 5 títulos máximos. Ahora, después de una etapa sistemática de críticas, se asegura que el R. Madrid compite como nadie en los momentos supremos de las finales. Marcelo, antes de la final, aseguraba: “Simplemente intentamos ayudarnos y estar más unidos”. Se demuestra que en estos momentos son un gran equipo, esa labor que precisa de un ejercicio de colaboración, de unión de esfuerzos, de complementariedades… Porque, de lo contrario, las sinergias negativas darían al traste con los objetivos colectivos. Mientras tanto, Zinedine Zidane daba la enhorabuena a todos sus colaboradores y se abrazaba a sus jugadores, en silencio, con su plácida sonrisa, con su carácter bonancible y sereno que transmite confianza… Y paz. Por precisar aún más, me gustaría recordar el proverbio chino:” Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”.
Salamanca, 17. diciembre.2017.