Arbitraje tecnológico, ser o no ser...

19.11.2020 00:00 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Si el fútbol es un deporte continuo, no puedes situar una cámara y, en una jugada conflictiva, pedir que nadie se mueva, reunirte en la banda, ver las imágenes, deliberar, tomar una decisión y luego decir: “Venga, ya está, podemos continuar… No puede ser. Esto no tiene sentido”. (Johan Cruyff).

            Sinceramente, no confío en que el arbitraje tecnológico sea la fórmula mágica del fútbol futuro, para mí es una bomba de relojería en el nuevo corazón del fútbol, con retardos pendientes de clarificar. Alguien se ha equivocado en las formas de querer interpretar las otras realidades de las jugadas. Hace tiempo que yo opinaba que las posiciones de fuera de juego no deberían nunca sancionarse por un flequillo, por una oreja, por una uña… El sistema de medir líneas no es exacto en ningún caso, los sistemas también tienen una fiabilidad que no se puede certificar en el cien por cien de los casos. Y siempre compartí premisas como aquellas transmitidas a los jueces de línea en la marcación de los fuera de juego: “En caso de duda, se debe favorecer el ataque”, incluso mucho antes de que el VAR se implantase formalmente. 

            Un Reglamento de fútbol “atiborrado” de condicionantes nunca será la mejor solución para un fútbol evolucionado, sin agilidad ni fluidez en la toma de decisiones el fútbol sufrirá una regresión, resultará contraproducente la celebración de los goles a los cuatro minutos de haberse concluido la jugada, o al revés, invalidarse los tantos después de haberse concedido. En fin, hay que salir de esta impronta o el fútbol acabará siendo como las películas de la televisión que, cada cinco minutos, se le incorporan pausas para la publicidad. La sanción más absurda en estos momentos son que “todas las manos sean penalti”, una norma desmesurada que no obedece a criterios racionales ni entendimiento del juego. Aunque todos los años se trata de encontrar clarificaciones, sin embargo tengo la sensación de que cada vez las decisiones son más complicadas y dudo de su indiscutible justicia.

            Ya se anuncia para el 23 de noviembre (ElPaís, David Alvarez, 13. Noviembre. 2020) una revisión de la actual norma acerca de las manos que se sancionan como penalti y que la “International Football Association Board” tiene esa responsabilidad, percibiendo que existen muchas decisiones impropias. Los cambios se producen una vez al año y cualquier modificación necesita reunir tres cuartas partes de los votos, o sea, seis de los ocho existentes. Resulta imposible aprobar nada contra la FIFA, del mismo modo que ellos puedan cambiar nada por su cuenta. Y se siguen cuestionando las manos donde el balón puede haber golpeado sin ninguna intención, o que la mano o brazo estuvieran en posiciones naturales y el rebote no haya tenido ningún impacto significativo en el gol marcado. 

            Los colegiados de la “Premier” apoyan el intento de volver atrás, no están de acuerdo con decisiones que se ven obligados a tomar, por cuanto son el doble de los pitados en el curso pasado. En ocho jornadas han señalado nueve penaltis por manos, siendo España en el que más penaltis se señalan, van 15 en 9 jornadas. Pero los árbitros españoles no manifiestan ningún cargo de conciencia, eso sí, esta tranquilidad no la comparten los clubes de la Liga, incluso han transmitido esta semana a Carlos Velasco Carballo la incomodidad con algunos funcionamientos del VAR. El presidente internacional, Ceferín, manifiesta en su carta a los organismos superiores que el “VAR en muchas competiciones simplemente ha exacerbado el problema y empuja a los árbitros y los medios a diseccionar cada situación, con efectos paranoicos y resultados controvertidos”.

          Pero, a pesar del anuncio de las nuevas reuniones para discusión de los distintos aspectos reglamentarios, no se esperan grandes cambios sino más bien nuevos redactados de las normas. Por tanto, las polémicas seguirán en los medios entre otras cosas porque no se buscan aclaraciones y respuestas, sino que se pone énfasis en las comparaciones para generar polémica como una estrategia comercial de los medios. ¿Realmente se quieren soluciones y menos polémicas? ¿Podemos renunciar a los avances tecnológicos que ayuden a los árbitros? ¡Nunca aceptaré arbitrajes de robots sino de personas instruidas, con sentimientos, y justas!

19. Noviembre. 2020.