¿El director deportivo, o el entrenador, son ejecutores o ejecutivos...?

26.03.2016 12:11 de  MAROGAR .   ver lecturas

Mientras que Ferguson alababa públicamente al director deportivo del Leicester inglés como la figura señera de este equipo, incluso por encima de su entrenador, otros equipos importantes como es el caso del Real Madrid no disponen de esa figura de una manera explícita, dicen las malas lenguas que el presidente Florentino Pérez ejerce como tal. Y lo más contradictorio del fútbol es que muchos presidentes utilizan como asesores técnicos a los agentes de los jugadores, sin duda un sistema viciado y que puede contribuir a malas prácticas.

En el caso de Neymar, ha tenido que declarar en los juzgados el anterior director deportivo del Barcelona, señor Zubizarreta: “El expresidente Sandro Rosell fue el encargado de gestionar la operación”. Y añadió Zubi: “Su departamento se limitó únicamente a examinar la idoneidad del fichaje…” Fuera como fuese, la figura del director deportivo es fundamental en los equipos, cualquiera que fuere su nivel de intervención. Pero por lo manifestado por Zubizarreta se descubre, también, que son profesionales con limitaciones prácticas en ciertos procesos de decisión y, por supuesto, en la ejecución efectiva…

Me gustó sobremanera un artículo de baloncesto, firmado por Paul Shirley, al respecto de “La ficción de los directores deportivos”, justo en un deporte que siempre va por delante del fútbol en los aspectos estratégicos. “Mikhail Prokhorov, propietario de la franquicia (Brooklyn Nets), declaraba estar francamente impresionado por “la visión, los valores, la personalidad y el entusiasmo” del exjugador neozelandés. Algo un poco raro porque pocos días antes había dicho que no tenía ni idea de quién era Marks. Las alarmas también saltaron al saberse que el nuevo director general cobrará más de dos millones de dólares por temporada durante los próximos cuatro años. Demasiado dinero para alguien cuya función principal es estar al tanto de un grupo de adultos que tiran un objeto esférico con la intención de que atraviese un aro. Pero probablemente poco para alguien cuya función principal es tratar con una panda de millonarios”.

En realidad, muchos presidentes de clubes de fútbol no creen en sus propias estructuras ni en sus propios profesionales, dicen por ejemplo que Williams en Fórmula 1 creía más en el desarrollo de un buen coche que gastar dinero en un buen piloto. O sea, esa táctica aplicada tiene antecedentes y consiguientes. Sigan leyendo: “Muchos propietarios de la NBA piensan que cualquiera sirve para el trabajo y contratan a los más baratos, normalmente exjugadores o exentrenadores sin experiencia ni formación en el ámbito de la gestión”. Y es que en estos deportes tan profesionalizados y tan bien pagados puede darse esta controversia: “Cuando un jugador gana cien veces lo que gano yo es difícil que me haga caso”. Y Shirley saca una conclusión definitiva: “Los grandes trabajos requieren salarios a la altura porque además, en este caso, sirven para salvaguardar a los propietarios de sus propios egos antes de que aprendan por las malas. Es decir, teniendo que utilizar sus cerebros”. ¿Sería de aplicación a la Liga de fútbol profesional en España, al menos para algún equipo…?

Escribía (José I.Pérez/Marca) sobre los “Creadores de ideas”, o sea, los entrenadores de distintos equipos de Primera división. Podrían referirse a los propios secretarios técnicos. Y concatena muy bien con lo ya reflejado en este documento: "Pensar, pensar y nunca dejar de pensar". Es la filosofía de Víctor Sánchez del Amo, míster del Deportivo, pero podía ser la de cualquiera. Es la idea, esa palabra, ese concepto que se repite como un mantra durante la conversación con cualquier entrenador. El juego, el estilo, la forma de comunicarlo, de transmitirlo... Todo empieza y acaba en la idea, el quid de la cuestión. "La clave es tener clara la filosofía que quieres. Cada entrenador tiene en su cabeza una idea de juego y lo que intenta es plasmarla en el campo mediante una metodología. Y hacer un análisis futbolístico de su equipo. Hay que saber por qué quieres jugar así. El estilo es indistinto, puede variar, pero la idea debe estar clarísima", dice Marcelino, míster del Villarreal, que para explicarlo pone un ejemplo: "Guardiola y “El Cholo” son dos grandísimos entrenadores. Cada uno tiene su estilo, y es respetable cualquiera de los dos, pero ambos tienen clarísima la idea". De acuerdo. Pero, ¿y si el director deportivo decidiera fichar a su aire en consonancia con el dinero que le aporta el Consejo directivo, al margen del concepto de su entrenador; o trae a un entrenador cuando ha fichado ya a toda una plantilla que pudiera no adaptarse a la idea del entrenador?

"Lo mismo que hice en el Lugo, lo estoy haciendo en la UD (Las Palmas). Debes pensar que tu idea de fútbol es la buena y convencer a los jugadores, que es lo complicado. Pretendo que crean en mi idea, no en mí", afirma Setién, técnico de Las Palmas que llegó ya empezado el Campeonato. Personalmente, me gusta mucho el equipo isleño, se nota la mano del entrenador pero ya Paco Herrera estaba comprometido con ese estilo y también me gustaba por sus ideas futbolísticas, confirmándose que ha habido una cierta continuidad. Pero, entonces, ¿De dónde vienen las ideas? "Uno como entrenador se va formando a través de las experiencias que va viviendo, en mi caso como jugador, también de los conocimientos que va adquiriendo, viendo fútbol y observando a otros técnicos. A mí lo que aprendí directamente de los entrenadores que tuve me ha servido para ir dando forma a mi filosofía como míster", dice Eusebio, míster de la Real. Sí, claro, “los hijos de Cruyff” y etcétera, pero no es lo mismo entrenar al Celta o a la Real Sociedad que al Barcelona; sino, que se lo diga a Luis Enrique si pudo plasmar sus ideas futbolísticas en la Roma o en el Celta igual que ahora lo hace en el Barcelona. Apunta Eusebio que "Otro que me marcó, ya siendo ayudante, fue Rijkaard. Con él estuve trabajando cinco años y me enseñó la importancia del factor humano en la gestión de los equipos. Él, con su personalidad, su carácter y su talante fue capaz de ganarse el respeto y el cariño de todos y crear un ambiente en el vestuario, que generaba energía positiva alrededor del equipo para que todos nos comprometiéramos con el objetivo. Para mí fue un gran aprendizaje".

Falleció esta semana Johan Cruyff, maestro del fútbol, aquel entrenador que salió a mal con su presidente Núñez, seguramente porque éste no soportaba que aquel ejerciese con tanta seguridad, con tanto poder, con tanta capacidad ejecutiva… Los directivos con ideas, que hacen que las cosas ocurran y no preguntan cada decisión al “mandamás”, acaban siendo incómodos para los líderes impuestos. Seguramente porque el dinero de éstos les ciega y les equivoca llegándose a creer que como ellos son los propietarios pueden gobernar a los colaboradores como si fueran súbditos…

Salamanca, 26 de marzo de 2016.