El espíritu de "La Ignorática". 3 de 5.

08.05.2015 09:54 de  MAROGAR .   ver lecturas

El partido Barcelona-Bayern de Múnich planteaba un buen enfoque, dos entrenadores que defienden una determinada cultura de juego, partidos que suelen ser de entrenadores y también de equipos, pero sobre todo de individualidades… Si nos circunscribimos a Guardiola y Luis Enrique, la pugna táctica, intelectual, era un seminario de fútbol y con ese interés asistí al partido en televisión. Se ha demostrado ya que Luis Enrique juega distinto que Guardiola pero nadie ostenta ahora las críticas sobre las diferencias “culturales” de los dos entrenadores que se hubieran producido si el Barça no hubiera alcanzado la final de “Copa del Rey”, estuviera a punto de ganar la “Liga” española, y la obtención de una diferencia notable para llegar a la final de “Champions League”. Pero no debiéramos equivocar al personal, al vulgo, a los idealizadores de los sistemas, las tácticas y los personajes que las inventa. Para mí, en este momento, las diferencias entre Bayern de Münich y Barcelona no son los entrenadores sino que los puntos trascendentes de encuentro, y desencuentro, tiene un nombre propio: Messi.

Me resultaron ilustrativas las declaraciones del tenista Rafael Nadal después de perder en el Torneo Conde de Godó: "He jugado mal, no he conseguido jugar como quería, jugar agresivo, he fallado más de lo habitual y no he conseguido mantener la ventaja que tenía en los momentos que tenía, con tres veces 'break' en el segundo set llegar al 5-5 es un desastre. Aceptar la situación, viniendo como venía de Montecarlo es un golpe para mí". Tras la derrota: "Acepto el reto y el día negativo que ha sido hoy, y miro hacia adelante para Madrid. No queda más remedio, aceptar o morir, y acepto porque quiero darme opciones para el futuro. No he estado como tenía que estar, queda trabajar". (…) “Es un día duro para mí, no he podido dar la continuidad a mi juego que tenía, ahora a intentar coger la línea de nuevo" (…) “Tengo el presentimiento de que los altibajos que he tenido desde que he vuelto de las lesiones tarde o temprano verá su fin. Cogeré una línea de juego regular, que yo me sienta bien con ella, y esta semana era una oportunidad de consolidarme que no ha podido ser" (…) "No consigo impactar la bola y ponerla donde quiero, y así mi juego es vulgar... Necesito que mi derecha penetre más a mis rivales, no tengo el control del punto"… Esta mentalidad es ideal para aquellos equipos que pretenden resurgir, conocimiento a incorporar al inventario de “La Ignorática”.

El fútbol tiene visiones distintas. A Dios gracias. A mi me dijeron, personas que vieron el partido en directo Real Madrid – Atlético de Madrid, que Kroos estuvo “fundido”. A mí no me lo pareció. Personalmente, yo me siento sorprendido por la perfección en el juego de este futbolista y la delicadeza en el toque de pelota incluso a distancias largas. Desde luego, el alemán tiene un manejo superior, una excelente visión del juego, Kroos es suave, de algodón, blando en la disputa muchas veces. Es un jugador tan elegante, tan “perfecto”, que me abruma su ortodoxia futbolística. Porque, en otras ocasiones, puede dar lugar a la sensación de apatía, a que no busque la superación personal. Contra el Atlético de Madrid el alemán dio una exhibición práctica pero no fue ponderada apenas por los medios de comunicación, esa perfección intrínseca, poco exhibicionista de sus cualidades, da esa apariencia de  anonimato… Su bagaje de 59 pases correctos de 61 intentos es toda una marca, la mayoría fueron en campo contrario todo un dato, fue el futbolista que más intervino en todo el partido. Y, sin embargo, esa conciencia, esa percepción, no es colectiva. Los dos pases errados lo fueron por falta de control de sus compañeros, precisamente, uno de Ramos y otro de Coentrao. Por eso mi comentario sobre su ortodoxia tan fiable. También robó seis balones y no cometió ni una sola falta… Por otra parte, supo mantener inteligentemente el aspecto disciplinario ya que estaba amenazado de tarjetas. Este futbolista acumula el que más minutos jugados, con Cristiano, y las rotaciones con él han sido las mínimas. ¿Por qué un futbolista de este nivel cualitativo no deslumbra…? Seguramente porque nos hemos acostumbrado a ponderar solo a los goleadores, a los que ostentan, a los que lucen pancartas publicitarias o vocean el aquí estoy yo, sin duda nos gusta el exhibicionismo y los simples no nos acaban de llenar… Pero son fundamentales para el equipo. Incluso, en el partido Juventus-Real Madrid, el alemán fue explícito y claro: “No empezamos bien el encuentro y tampoco mantuvimos el balón en nuestro poder… Les regalamos el partido, cometimos fallos demasiado fáciles”. (…) “Regateamos demasiado y nosotros cuando jugamos rápido creamos más peligro sobre la portería rival”. Al respecto de la Juve también indicó: “No nos sorprendieron, simplemente no lo hicimos bien”. Y da algunas claves para la vuelta: “Tenemos que ser pacientes porque nos bastaría con un 1-0 para llegar a la final de Berlín”. Mientras tanto, el Sevilla jugó un fútbol colectivo de quilates con acciones individuales brillantes, conducciones intensivas, desbordes, llegadas y gol. Nada menos que tres. El equipo contrario, Florencia, lo tendrá muy difícil para la vuelta. Hacía tiempo que no veía al Sevilla jugar con esa fluidez, velocidad y precisión…

Mientras tanto, los Campeones van aflorando en sus Ligas respectivas: Juventus ya ganó en Italia; Chelsea en Inglaterra; Bayern de Münich en Alemania… Y dos de estos equipos con aspiraciones a la “Champions”, mientras que Real Madrid y Barcelona aún no han dilucidado el Campeón, a pocos partidos de finalizar la Liga, Barça lleva ventaja... En Portugal el Benfica aventaja en tres puntos a Oporto y quedan tres partidos por jugar; en Francia el París Saint Germain va tres puntos por delante de Lyon y quedan tres partidos; en Holanda el PSV ya es campeón virtual con una diferencia abrumadora… Estos equipos ya son futuros miembros de la próxima “Champions League”. Y al respecto de José Mourinho, reflejo que la prensa especializada española no comparte sus triunfos e intenta bajarle el “telón”, pero yo no quiero silenciar opiniones como la de John Terry, que elogió el trabajo de su técnico: “Siempre encuentra la manera de ganar partidos. Pasamos dos días antes de los encuentros estudiando maneras de desmontar a los rivales para aparecer en su área.  Tiene ideas para los grandes partidos y tomamos un tiempo para ponerlas en práctica… Hace y supervisa todo el trabajo necesario fuera del campo, desde la táctica hasta la preparación física”. Por su parte, el catalán Cesc se atreve a asegurar: “La Premier es la liga más difícil del mundo, estoy orgulloso… Podemos empezar a construir un equipo fantástico”.  Y, ahora, lejos de Barcelona se atreve a asegurar: “Te hace estar a tu máximo nivel todos los días y sabe sacar lo mejor de ti, eso es lo que buscas en un entrenador. Motivar a todos tus jugadores cada tres días en una temporada en la que juegas 60 partidos no es nada fácil”. (…) “Demuestra esa mentalidad ganadora en cada entrenamiento y en cada partido; ahora entiendo por qué ha conseguido todo lo que ha conseguido en su carrera… Es un ganador nato, tiene algo que le sitúa por encima de cualquiera de los entrenadores que he tenido… Me ha hecho sentir muy importante en el seno del equipo y me ha dejado jugar como quiero, y eso es vital para mi confianza. Con él he sentido cosas que no había sentido en mucho tiempo”. (...) “Doy alguna de las charlas y me siento como uno de los líderes del grupo; eso es muy bueno para un futbolista”.

El domingo 26 de abril, en la “Premier” inglesa, jugaban Arsenal y Chelsea. Vi el partido por “Canal Plus”. Los dos equipos jugando como “oficinistas”, de manera rutinaria y a manual con horario fijo. Ninguna emoción, cero ocasiones de gol, tres penaltis “dudosos” según los comentaristas aunque yo tengo mis dudas; eso sí, en España probablemente se hubieran pitado porque siempre señalan a favor del equipo que uno de sus jugadores se cae, sin más, sin ningún análisis previo… Los locutores, al final de la primera parte, aseguraban que era una pena que se acabara el partido porque estaba emocionante. Reconocí en “twitter” que cada vez entiendo menos de fútbol; a mí el partido me parecía un “pestiño”, aburrido, sin alma ninguna. De paso, el Chelsea exhibiendo un delantero centro “falso” cuya misión se la encomendó a Oscar, futbolista brasileño. Este partido puede resultar la confirmación de un ganador de la “Premier” como el Chelsea pero su juego de rodillo, insistente, organizado, ya lo he visto numerosas veces y me está resultando “burocrático”, seguramente el tipo de jugador condiciona. Y Mourinho me encanta como entrenador global pero no deja espacio para el lujo, para la galería de pavo real, siempre va a lo práctico... El Arsenal jugaba en su casa, dominaba el balón más que el Chelsea, aparentemente atacaba muchas veces más, pero sigue siendo demasiado académico, un grupo “sin picante y sal”… O sea, un bloque soso, soso, soso… En la segunda parte, el Chelsea se hizo dueño del balón y durmió el partido… Yo los imité y dormí mi propia siesta hasta que me enteré del resultado final: 0-0. Ya se ve, el fútbol tiene percepciones variadas… Después del partido, leí alguna crónica curiosa. “¿Aburrido el Chelsea? Lo aburrido es estar diez años sin ganar un título, esto sí es aburrido”, declaró Mourinho cuando le preguntaron por los cánticos de los hinchas rivales. La afición “gunner” cantaba “Boring, boring Chelsea”  (Aburrido Chelsea) durante el choque…

Y el fútbol deberá encontrar equilibrios entre juego, estética, resultados, buenos y malos jugadores…

Salamanca, 8 de mayo de 2015.