Lo primero los jugadores...

06.11.2016 23:09 de  MAROGAR .   ver lecturas

“En la sociedad, el hombre sensato es el primero que cede siempre. Por eso, los más sabios son dirigidos por los más necios y extravagantes”. (Jean de la Bruyere).

En el fútbol, cuando las cosas no van, lo primero que se cuestiona es al entrenador. Mientras que los jugadores, mal acostumbrados, asisten impávidos a ese tipo de “decapitaciones”; ellos pasan de puntillas en cualquier crisis, siempre tienen defensores por lo que nadie los responsabiliza ni tampoco ellos mismos se identifican con sus obligaciones. El futbolista es el factor principal en la confección de un equipo.

Declaró Miñano, el responsable de la parcela física en la Selección de Vicente del Bosque: “Le puedo decir que de autogestión nada de nada. Este grupo nunca ha tenido autogestión, ellos no decidían nada. Decidía el cuerpo técnico, pero en contacto con ellos… Es una autogestión dentro de la autoridad. La decisión final, la importante, la tomaba el entrenador… Nosotros, eso sí, nunca hemos impuesto nada. Sin un entrenador, los grupos se destrozan”. (…) “En el Real Madrid ya era así. Vicente es de los que escucha pero después toma su decisión tanto con nosotros como con los jugadores… Él escuchaba, esperaba y decidía quién actuaba, si Toni o yo, ya después estaba él”.

En los recientes partidos de “Champions League”, entre Barcelona y Manchester City, se planteó un duelo entre entrenadores de la misma escuela, Luis Enrique y Guardiola, respectivamente. Ya en el primer partido de Barcelona se demostró que Messi era la piedra filosofal del juego. En el segundo partido, en Manchester, el Barça jugó 40 minutos excepcionales y ganaba 1-0. De pronto, un fallo en un pase horizontal de Sergi Roberto provocó el empate. Y la reacción subsiguiente del City, con la ayuda del público, sus jugadores presionaron con y sin balón hasta superar al Barcelona por 3-1. Los más “papanatas” dijeron que Pep había obrado el milagro. ¡Mentira puñetera! Su equipo tuvo una posesión del 40% y jugó al contraataque, dos factores que evidencian la poca influencia de Guardiola en ese sentido.

Por otra parte, el Manchester United de José Mourinho perdió en Europa contra Fenerbhce por 2-1. Y el entrenador criticó en público a sus jugadores. Las malas costumbres se repiten como los movimientos sísmicos: “Un equipo que concede un gol a los dos minutos de juego es que no está listo, es un equipo que no está concentrado”. (…) “Sólo reaccionamos después del segundo gol. No merecimos un mejor resultado, nuestro problema empieza por la actitud… Debieron asumir la culpa cuando se pusieron 1-0 en contra y con el 2-0 tuvieron una tímida reacción. Fenerbahce jugó un buen partido, un partido emocional y se merecen la victoria”. Dejando una última apreciación para los suyos: “El fútbol no es solo calidad. Es esfuerzo, compromiso, jugar al límite y darlo todo”. Sigo sin entender estos fallos de inteligencia emocional con sus jugadores.

En la otra acera, Zinedine Zidane se olvidó en Varsovia contra el Legia (“Champions League”) de que un equipo no es la suma de individualidades, ahora le achacan “alineación política”. En el Atlético de Madrid no se plantea ninguna crisis de autoridad y las decisiones de Simeone son indiscutibles, incluso llevando menos de una docena de puntos que cuando fue Campeón, esta semana volvió a perder en la Liga; incluso se asegura que este temporada tiene la mejor plantilla. El Real Madrid ganó y consolidó el primer puesto con los jugadores muy centrados en sus objetivos; mientras que el Barcelona superó al Sevilla en un partido muy completo de ambos, los jugadores compitieron con ritmo y actitud,  los dibujos de Luis Enrique y Sampaoli fueron ininteligibles a partir de que el juego transcurrió de poder a poder, de ida y vuelta, aunque ordenados y formando continuas sociedades en la tenencia del balón. Y un último apunte, en la “Premier”, hoy le tocó perder dos puntos a Guardiola y ganar tres a Mourinho, mientras que los jugadores eran los mismos que unos días antes…

Salamanca, 6 de noviembre de 2016.