Pero, ¿el fútbol es un arte? 2 de 2.

31.03.2023 00:00 de  MAROGAR .   ver lecturas

“Sólo te cansará aquello que no lo disfrutes. Sólo te cansará aquello donde no le pongas pasión. Sólo os cansará aquello donde hagáis algo que no os llena. Por eso, con la poca vida que os queda haced cosas que os apasionen, no vendáis vuestra vida, no vale la pena”. (Emilio Duró).

            Una línea argumental impecable. Otros lo utilizarían todo en contra del fútbol, son muchos los que confirmarían que el fútbol es “un arte efímero”. Tanto como una pasada por meta de un Fórmula 1 ganador, de unos exuberantes fuegos artificiales, incluso de las vivencias inenarrables de las fogosas y llamativas “Fallas de Ninots” valencianas, etcétera.

            Sigue argumentando Spitaletta: “Por ejemplo, hubo en aquella jugada de repentismo, cuando Pelé recibe un pase, sale el arquero de Uruguay, Ladislao Mazurkiewicz, y con solo un amague, el guardameta queda desconcertado, el balón sigue su rumbo, Pelé, como si hubiera realizado un “8” imaginario, pasa por un lado del portero, tira al arco y lo que iba a ser un golazo antológico, se pierde por centímetros. Igual, muchos dicen que esa maravills fue gol. Ah, y qué tal, en ese mismo torneo, a Pelé elevándose como una suerte de deidad que sube al cielo, cabezazo imposible de tapar, y el cancerbero inglés, Gordon Banks, en una voladora desconcertante envía el balón al córner. Se dijo que era “la tapada del siglo”… Hay pinceladas de arte en jugadas maravillosas…”

            “Con todas las bellezas que se veían antes (cada vez son menos, porque el fútbol se tornó una actividad muy “científica”, que deja poco a la imaginación y a la fantasía), y una que otra hoy, con tanta estética y creatividad en jugadas, no se puede decir, por ello, que el fútbol es un arte. En cualquier caso, es imposible no volver a aquel golazo de Maradona, que tuvo todos los sabores y colores, todos los ingredientes (política, vindicta, exceso de talento, la comprobación de la sentencia de André Maurois de que el fútbol es la inteligencia en movimiento), sí, todos los elementos de una obra de arte: el segundo tanto contra Inglaterra en el Mundial del 86. Genialidad”.

            “En el fútbol hay jugadas que pueden catalogarse como “arte efímero”, una creación de prodigio que solo dura instantes y queda, eso sí, para siempre en la memoria de los espectadores”. Así lo aseguraba Spitaletta, autor de doce libros, tan contundentes como “Vida puta puta vida”; ”Oficios y Oficiantes”; o como representante de la libertad y de la coherencia de pensamiento y acción aquel libro titulado “Espíritus Libres”. Así que es una pluma muy autorizada para razonar este análisis necesario.

            En todo caso, el arte como el fútbol necesita de pasión para conseguir, belleza de concepción, belleza de interpretación, belleza de ejecución… Y disfrute, mucha entereza para digerir aquello que observas y te entra hasta los tuétanos… No me extraña por tanto la reflexión de La Rochefoucauld cuando aseguraba que “La pasión a menudo convierte en loco al más sensato de los hombres, y a menudo también hace sensatos a los más locos”. De todo habrá en la viña del señor… Pero hay evidencias que comparto al máximo, como aquella de Nelson Mandela que decía “No encontrarás pasión alguna jugando al mínimo; conformándote con una vida menor a la que eres capaz de vivir”, en una vida dedicada a la dirección de hombres te encuentras muchos personajes con estas características, en el fútbol más de la cuenta… Y te pasas toda su trayectoria criticando sus carencias: ¡Huevón, gallina, niñato, blando, de algodón, etcétera!”

           31.marzo.2023.