Una visión especializada en la evolución del fútbol. 1 de 2.

05.02.2023 00:00 de  MAROGAR .   ver lecturas

“España es el equipo más perfecto en el que he jugado”. (Xabi Alonso).

           A veces, una entrevista como la realizada por (Diego Torres, 14.1.2023, ElPaís), sirve para clarificar ideas en este mundanal ruido. Es el caso, ahora, de Xabi Alonso que departe excelentes reflexiones a las que no se enfrentan en ninguna tertulia con la claridad y transparencia necesarias.

          En la actualidad, el entrenador del Leverkusen lucha por un buen posicionamiento desde hace unos 120 días. “Hemos visto en los grandes partidos, en el Mundial, en la Champions, las cosas tan inesperadas que pueden pasarla a un equipo cuando domina el partido y de pronto ocurre algo y entra en “shock” y nos es capaz de darle la vuelta a esa situación. Se trabaja la táctica, la técnica, el físico, pero lo mental… Es muy difícil. Porque hay momentos – tanto en el campo como en la banda – que intentas agarrar el partido, saber qué está pasando, pero el partido ya se te escapa de las manos. Hay inercias que son difíciles de controlar. Aunque seas un equipo buenísimo. Los estados emocionales muchas veces trascienden el nivel futbolístico”. Sin embargo, se sigue pensando que el entrenador maneja al equipo como “polichinelas”…

          “Los clubes alemanes tienen muy poco vértigo para darle oportunidades a los jóvenes. Lo vi con Nagelsmann en el Hoffenheim, en el Gladbach, y en el Dortmund también… Me veía. Encajaba… El fútbol me gusta demasiado como para alejarme de él. El no poder jugarlo hace que este trabajo me tire y me haga levantarme a las dos de la mañana y empezar a preparar mis cosas porque estoy dando vueltas en la cama. Hasta que no atas el cabo suelto no te quedas tranquilo…”

          (…) “Hay jugadores bonitos y buenos. Bonito es el que hace cosas bonitas, pero eso no es eficiente. ¿Por qué Messi es bueno? Porque sabe hacer el pase sencillo: dársela al que está en mejor posición. Eso es ser bueno, no estar siempre haciendo la cosa más brillante… En la Bundesliga cada partido hay que trabajarlo mucho: del cero al 90 los equipos son un rodillo… El ritmo es muy alto constantemente. Como no controles la transición, sufres. En España se juega en espacios más intermedios, en Inglaterra los espacios dependiendo del rival se reducen, y aquí es un espacio más amplio, más extensivo, se recorre de área a área. Dominar tanto al rival es muy complicado porque muchos equipos van al ataque. Aquí los entrenadores son muy valientes para transmitir a los jugadores que vayan. Ves pocos equipos muy defensivos. Aquí son de ir a buscar, de presionar alto, de crear muchas situaciones de hombre contra hombre. Más que en la Premier. En la Premier hay equipazos que te hacen propuestas de bloque bajo, y lo hacen muy bien. En la Liga tienen otro tiempo. El perfil del jugador es diferente”.

          (…) “El haber estado en Zubieta me ha ayudado a decir: “Xabi, el tema no va de ti, el tema va de ellos… Como centrocampista tú eres generoso con el equipo: no juegas para tu brillo personal. Como jugador, ¿qué quería? Mejores jugadores que yo alrededor mío y ayudarlos a que lo sean. Porque si yo era el mejor, entonces el mediapunta, el interior y el extremo no eran tan buenos. Yo les quería dar buenos balones para que ellos hicieran lo que yo no podía hacer.  Ahora mismo, si puedo hacer que los jugadores mejoren, podré ser mejor entrenador. Los matices técnicos y tácticos vienen después. ¿Venir aquí a ser un sargento con mano de hierro? ¡No! Me gusta la disciplina y unos estándares básicos profesionales, pero ser un canalla no me sale. Claro que si me toca el papel de canalla me pongo la chaqueta y soy un cabrón… Tienes que tocar diferentes músicas”. 

          (…) “Tienes que entrar al partido (respecto a la posición de medio centro) pensando que el campo es un mapa. Tienes que controlar las zonas y saber cuántos jugadores hay a la izquierda y a la derecha. Si hay siete a un lado al otro hay tres y el portero. La superioridad tiene que estar. Si hay un delantero contrario solo, tengo que mirar hacia delante, si hay dos tengo que ayudar más a mis centrales. Es un contador permanente para saber cómo dar el siguiente paso.  No voy a ser el que resuelva en el último tercio, pero sí el que te permita llegar bien allí”.  (…) “Los mediocentros por detrás, para poder ver 180 grados para delante; y los interiores y los extremos por delante. Si eres un Özil y vienes por detrás del balón no somos efectivos: espérala que te llegue arriba. Tienes que contar. Cuántos somos por detrás y por delante. Depende del rival: ¿cuántos quieres por detrás del balón y cuántos en la última línea? ¿Dónde quiero a la defensa contraria? ¿Defendiendo hacia su portería o hacia la mía?  Ahí se ve lo que quieres de tu equipo”.

          Leyendo estas premisas, algunos concluirán que los jugadores, o los entrenadores, deben jugar también con un ábaco antiguo que facilite el conteo de miembros del partido en movimiento

         5.febrero.2023.