"Las reglas del emperador". (4) Carlos Salvador Bilardo.

29.06.2017 18:00 de  MAROGAR .   ver lecturas

“¡Pisálo, pisálo…!... los nuestros son los de colorado”. (Bilardo).

Fue la antítesis de Menotti, pero con un estilo radicalmente distinto también ganó un Campeonato Mundial en Méjico 1986 y un Subcampeonato en Italia 90 (Ganó Alemania Occidental con un gol a cinco minutos del final y de penalti dudoso). Según quién, se le presenta como personaje pintoresco en el fútbol aunque es muy firme en sus convicciones, “El Narigón” Bilardo tuvo el beneplácito de jugadores importantes, entre ellos Maradona y Valdano como jugadores que participaron en sus equipos. La revista inglesa World Soccer aseguró que su sistema de juego fue el último reconocido del Siglo XX, formado por 3 defensores (l líbero y 2 defensas); 5 mediocampistas y 2 delanteros.

Son muy variadas las reflexiones de fútbol de Bilardo marcando un sentir futbolístico peculiar: “No me gusta cuando los jugadores dicen “vamos, vamos…” ¿a dónde van a ir? ¡¡Quédense a jugar el partido!!” (…) “No, que no entren. Antes hay que enviar a un auxiliar a que revise si no hay micrófonos ocultos, te puen espiar la charla técnica”. (…) “Lo que pasa es que en África aprenden a jugar al fútbol sin arcos, entonces llegan tocando al área y no saben meter goles”. (…) “Al equipo le pido concentración. Un médico tiene que estar doce horas concentrado para que no se le muera el paciente; yo pido 90 minutos nada más…”

Bilardo se muestra jocoso en muchas ocasiones: “… muchachos, en la valija pongan un traje y una sábana. El traje lo usamos cuando bajemos del avión con la Copa y la sábana por si perdemos y tenemos que irnos a vivir a Arabia…” (…) “El fútbol profesional es ganar y solo ganar. Yo soy como Muhammad Alí: durante la competencia no tengo amigos, y a los contrarios, si puedo, los mato y los piso”. (…) “Yo digo que al contrario no hay que darle ni agua, el “ferplei” es un invento de los británicos. En el fútbol de hoy nadie da ventajas, por eso mis equipos no deben regalar nada”. (…) “Todos me dan la razón. ¡Si todos juegan como la selección del 86!”. (…) “Todos los días de semana en los entrenamientos, de dos a tres de la tarde, hacía que el Bocha Ponce le tirara centros a Hugo Gottardi para que cabeceara; todos los días. Una tarde fuimos a jugar a Córdoba; en medio del partido, Ponce tira un centro y Gottardi de cabeza convierte. A la mañana siguiente leo en un diario: Con un oportuno cabezazo ganó Estudiantes. ¿Oportuno? ¡Hacía cuatro meses que los tenía todos los días de dos a tres de la tarde tirando centros Ponce y cabeceando Gottardi!”

Desde luego, Bilardo nunca hace declaraciones para quedar bien: “Para mí, estilo sólo hay uno. Eso me lo enseñaron en la facultad de medicina. Si vos a un enfermo no le das la dosis correcta de medicamento, chau, se fue. En el fútbol lo que sirve es ganar, ganar, ganar. El resultado sí que sirve. Para lograr el resultado hay que hacer esto, para operar un corazón hay que saber medicina. Pero lo que sirve es ganar”. Apuntó también del “Cholo” Simeone: “Lo dirigí en Sevilla. Él me decía: “Profe yo soy 5”. Y yo le decía: “Cholo no existe el 5. Vos tenés que decir yo soy un todomediocampista. Ya a los 15 años tenía esa sangre…”

Cualquier declaración de Bilardo sirve para la polémica y se expresa sin adornos, incluso con crudeza. “Se gana con buenos jugadores, con chicos educados, que quieran al fútbol; y que detrás de ellos exista un plan táctico en el que intervenga el utilero, el médico, el presidente, todos. El fútbol es resultado… Jugar bien es ganar. La victoria justifica todo… El fútbol es el deporte más fácil que hay. Yo hace años les decía a mis jugadores ¿Ven a esos que tienen la camiseta albiceleste? Se la tienen que pasar entre ustedes, a él no porque es nuestro arquero. Hay que patearle al que está debajo de aquellos tres palos… Jugar bien también es pasársela al compañero. Pero se da demasiada vuelta con tanto toque…” ¿Qué nos contestaría si le preguntamos por Guardiola; o por Menotti; o por Sampaoli…? A éste lo criticó recientemente, antes de que lo nombraran Seleccionador de Argentina.

Y aunque colabora habitualmente con FIFA para la mejora sistemática del fútbol se atreve a asegurar: “El fútbol mundial está atrasado 20 años”. Incluso, contracorriente, declaró en la entrega del “Balón de Oro” acerca de Messi: “Lo pongo entre los mejores, pero no de la historia, sino de este momento”. Como vemos, Bilardo es un hombre valiente con sus exclusivas ideas, expresa opiniones con plena libertad. ¡Todo un carácter!. “El fútbol es mi vida. Si lo pienso me pongo a llorar, se me pasa la vida por delante: la imagen de mi padre llevándome de la mano, cuando nació mi hija, etc… “Me olvidé de vivir” como dice la canción de Julio Iglesias, por la pelotita”.

En el libro de “Las reglas del emperador” podrían tener sitio también entrenadores como Bilardo: “Un gobernante ilustrado conoce sus propios defectos, de forma que es más sabio. Un gobernante fatuo intenta ocultar sus faltas, de modo que nunca aprende nada”, según Taizong. Bilardo buscaba siempre objetivos concretos, sin duda no era partidario del fútbol estético, de la lírica del fútbol, sus mensajes eran tozudamente épicos y antideportivos aunque poderosamente prácticos en la búsqueda obsesiva de la victoria con un juego compacto, sólido...

Salamanca, 29 de junio de 2017.