¿Hay que ser caballo para ser un buen jinete?

12.09.2019 08:29 de  MAROGAR .   ver lecturas

“El caballo no ha de ser un esclavo que lleva a su amo, sino un bailarín que evoluciona y se desliza con él”. (Hans – Heinrich Isenbart).

            Esta pregunta se hacía Arrigo Sacchi cuando iniciaba su aventura de entrenador de fútbol: “¿Hay que ser caballo para ser un buen jinete?”. Luego, con su Milán desarrolló una de las mejores ideas de fútbol de aquellos momentos, ganando y progresando en los conceptos futbolísticos de la época, precisamente en la Italia muy táctica y defensiva de entonces. Simplemente, el entrenador Sacchi fue visto con reticencia porque no había sido un jugador de fútbol destacado. Caso similar a lo que ahora mismo le ocurre a nuestro Seleccionador Robert Moreno, continuador de la labor de Luis Enrique por renuncia de éste por motivos familiares. Efectivamente, el catalán no jugó a primer nivel de las capacidades futbolísticas, pero ha estado de segundo en el Barcelona y otros equipos donde colaboró expresamente con el mejor desempeño de Luis Enrique. Son casos llamativos, en España existen bastantes entrenadores de estas características. Pero cuesta aceptar que el conocimiento profundo del fútbol no se obtiene exclusivamente por haber jugado al fútbol de profesional. Ahora bien, pecado venial de juventud, el otro día pudo ahorrarse un comentario “prepotente” como si con ello quisiera certificar una autoridad que, afortunadamente, nadie le ha discutido pero que él puede estar percibiendo: “No hay ningún titular indiscutible. Si Sergio baja el nivel no jugará como titular. Tampoco es un titular indiscutible. Se lo he dicho a él”. Este “autoritarismo” de andar por casa es como el típico comentario tantas veces escuchado a “jefes antiguos”: “Aquí el que manda soy yo”.

            En la Liga 2019/20, casi la mitad de los entrenadores nunca llegaron a jugar como futbolistas en la categoría. Es lo que leí en un buen artículo de Roger Sabatés (ElPaís,23. agosto.2019), que sintetizo entresacando de dicho artículo, Diego Martínez dirigirá al Granada, colgó las botas a los 20 años, y comenzó a estudiar Ciencias del Deporte. Será el más joven de la categoría, después de un largo viaje a la élite. Es un ejemplo como el de Arrasate (Osasuna); Paco López (Levante); Rubi (Betis); Bordalás (Getafe); Escribá (Celta); Garitano (Alavés) y Mendilíbar (Eibar). Tampoco jugaron demasiado el entrenador del Español, David Gallego, y en el Mallorca, Vicente Moreno. El valenciano de 51 años, Paco López del Levante, asegura que “La autoridad del entrenador se gana por conocimientos y no por haber sido futbolista de élite. El jugador de hoy es inteligente y detecta si el entrenador está capacitado o no”. Martínez del Granada confirmó que “La clave son las personas. La gestión de las emociones es lo que facilita todo lo demás…” Arrasate (Osasuna) corroboró: “Lo más importante es transmitir. Pasamos muchas horas para conocer a los rivales, pero no sirve de nada si el mensaje no llega a los jugadores”. (…) “Creo que la gente se ha quitado el miedo a que uno sea joven o tenga poca experiencia. Al haber entrenadores que lo han hecho tan bien sin llegar a ser profesionales, eso nos ha abierto la puerta. Ahora estamos a la altura de todos los demás”.

            Si preguntásemos por los mejores entrenadores del Barcelona apenas nadie citaría a Hennes Weisweiler que tuvo el extraño mérito de dejar a Cruyff en el banquillo hasta que éste “se lo cargó” de acuerdo con la directiva de turno. Fue una época en la que el fenómeno holandés apenas rendía, venía ya de vuelta, se amaneró alarmantemente, y se dedicaba a lanzar saques de banda o tirar córneres, a hablar con sus compañeros ejerciendo de entrenador dentro del terreno de juego, había caído un tanto en desgracia porque ejercía de todo menos de futbolista. Por eso, por su personalidad, por su liderazgo, a mí me interesa la historia de Weisweiler porque aprendí mucho de él en aquella época, le daba mucha importancia al balón y apostaba por el futbolista joven, acomodando los sistemas de entrenamiento provocando que el jugador estuviera en contacto permanente con la pelota, entrenando en áreas restringidas y también en grupos pequeños de número variable, con defensores presionando muy cerca del poseedor, etc. La mitad de los jugadores que llegó a entrenar fueron internacionales con Alemania: Vogts, Netzer, Heynckes, Bonhof, etc, sin duda contribuyó al “Mundial 74” que Alemania ganó. Fundamentalmente, era un hombre muy intenso en el juego de ataque, sin desmerecer la defensa. Conocí de sus principios técnico-tácticos y modelos de entrenamiento por el libro “Fútbol. Entrenamiento al estilo europeo” y, curiosamente, sus paradigmas siguen vigentes en 2019 en la mayoría de las Ligas. Y eso que pasaron más de 40 años desde que él entrenaba.

            En “The Coaches voice”, junio.2019, Mourinho transmitió su parecer acerca del fútbol, con o sin balón: “Una cosa que nunca cambiará es que el equipo que más goles marca es el que gana. Y para mí esa es la clave fundamental del juego. Hay muchas formas de hacerlo, así que para mí todo es cuestión de la competición en la que juegas y jugadores que tiene”. (…) “Hay muchos puntos a valorar, como que el equipo con mayor posesión es el equipo que es más dominador, y eso depende de cómo lo veas. Un equipo sin el balón puede ser dominador. Cuando digo dominador es controlar el partido. El equipo que está más cómodo con el balón tiene que saber qué hacer cuando no tienen la pelota, y si un equipo tiene la posesión solo para defender y cuando recuperas no sabes qué hacer, te conviertes en un equipo defensivo y tu destino está en las manos de tus rivales y vas a perder el partido”.

            Alguien mal intencionado seguirá asegurando que el entrenador portugués acostumbraba a ceder al contrario la iniciativa, pero él matiza con su inteligencia futbolística: “Creo que uno de los principios del juego será siempre el ser dominador. Cuando un entrenador o equipo tiene un modelo correcto de jugar bajo los principios de juego, algunos de estos principios sea intentar ser dominador, pero tienes que conseguir cubrir todos los aspectos del juego. Eso es por lo que cuando empecé hace 20 años intentaba dejar claro un modelo de juego” (…) “Un equipo top tiene que controlar todos los momentos. Y hay equipos que son mejores en un aspecto que otro. No me gusta decir que un equipo está basado en la posesión del balón, porque si solo se basan en eso, no ganas. Probablemente ese equipo domina la posesión, son también muy buenos en la transición defensiva. Un equipo que es muy fuerte defensivamente y la gente cree que es equipo defensivo, probablemente no lo sean, porque si solo son defensivos, pierden siempre. Un equipo tiene que mezclar ideas. En mi siguiente etapa tengo que luchar para ganar”.

         Y aunque suene a greguerías, estos aspectos son dignos de tener en consideración porque los modelos únicos en el fútbol no existen, o no debieran existir, según mi criterio.

Salamanca, 12. setiembre. 2019.