Reflexiones para la enseñanza del fútbol. 2 de 3.

01.05.2024 22:32 de  MAROGAR .   ver lecturas

“¿Cómo podemos prepararnos para un nuevo futuro en la educación? ¿Es posible que la educación recupere la condición humana? Estas preguntas nos invitan a reflexionar sobre sus nuevas relaciones e interacciones”. (Jorge Balladares, “ETHIC”, agosto 2023). 

            (…) “Si consideramos como punto de partida que el proceso de enseñanza no es otra cosa que una larga conversación que se establece entre los practicantes y el fútbol, los ejercicios propuestos deben favorecer el despliegue de los conceptos y por ello que la enseñanza basada en las situaciones es el camino más adecuado. El avance de todo proceso de enseñanza supone el despliegue de conceptos, estos van poniendo nombre a las cosas y dan forma al universo que hace al fútbol. Son éstos los que van armando las lentes a través de las cuales accedemos a la práctica futbolística”.

              (…) “Uno de los problemas centrales en la enseñanza del fútbol lo plantea el enfoque dualista del que no podemos escapar, por ejemplo: una cosa es comprender y otra es la habilidad que requiere la acción para resolver aquello que la comprensión me dice. Tenemos ahí una distancia entre dos dimensiones que se tensionan mutuamente, ya que puede que las soluciones que mi comprensión del juego dicta no sean las mejores para las posibilidades técnicas que poseo. Es necesario diferenciar dos cuestiones: la enseñanza y el entrenamiento, no por estar separadas sino para marcar una diferenciación: la enseñanza tiene una predominancia mayor en la comprensión del juego y el entrenamiento en el dominio de lo aprendido”.

              (…) “Si el trabajo analítico consiste en repetir un movimiento, desconcentrado, sin miramientos a los detalles, sin ritmo, sin siquiera imaginar un oponente, entonces es todo lo que no queremos. El entrenador de fútbol Mourinho aclara y aconseja que: el ejercicio no puede ser un mecanismo cerrado, mecánico. Tiene que contener, con mayor o menor complejidad, el plano de lo aleatorio, de lo contingente, de lo imprevisible... lo que lleva más allá es la cabeza de los jugadores sabiendo el fin por lo que hacen algo y no perdiendo nunca el patrón de conexiones con el todo”.

               Viendo los entrenamientos de mi hijo en Tercera División, incluso en Segunda División B, pude comprobar que las planificaciones eran muy rígidas, poco reales, demasiada pica y demasiado cono, muy poca oposición dinámica de los propios compañeros figurando a jugadores contrarios, demasiado juego teórico  de “pizarrón” y poca aplicación a un fútbol que se quería practicar según las modas del momento. (Es la primera vez que me manifiesto en público a este respecto).

                También pude comprobar que, algún entrenador, “prohibía” a los laterales pasar más allá del medio campo, a él que no le hablaran de superioridades numéricas en ataque porque solo pensaba en las vigilancias defensivas para cuando perdieran el balón; y las conducciones estaban clausuradas, todavía no habían leído o escuchado a Guardiola de sus bonanzas para dividir a los contrarios y conseguir superioridades superando líneas de contención. 

               I ncluso, mentalmente, tuve que soportar los dogmas de la época (Defensas en línea, porque sí, sin fundamentos, sin ninguna profundidad ni coberturas, riesgos innecesarios por erróneos posicionamientos pisando incluso la línea de medio campo sin saber manejar que “los achiques” de espacios no funcionaban en estático, sino que deben practicarse de “atrás-adelante” con espacio suficiente para anular con “fueras de juego” a los contrarios, incluso olvidándose de neutralizar al “hombre-balón” que pasaba a sus puntas con máxima tranquilidad sin recibir ninguna presión,  etcétera. Y estoy hablando de finales del Siglo XX. 

               (…) ”Víctor Fernández, entrenador en el club Zaragoza, “siempre he considerado que todas las actividades que generemos estarán enfocadas, partiendo inicialmente de la idea de juego que rige en el equipo. Para ello el camino a seguir para el desarrollo de cualquier tarea es conocer los medios técnicos y tácticos que tenemos a nuestro alcance (conocimiento del futbolista) y estructurarlos racionalmente, desde el contexto de la competición. Tanto la enseñanza como el entrenamiento deben pensarse y realizarse desde el juego y para el juego”.

              (…) “Escribe Mourinho: lo más importante en un equipo es tener un determinado modelo de juego, un conjunto de principios de juego, conocerlos bien, interpretarlos bien, independientemente de que use éste o aquel jugador”. Apostilló Mourinho, reiterando: “El objetivo es que los jugadores perciban y confíen en el “Modelo de Juego”, que hagan algo por creencia propia, por sentir que es la mejor forma de hacerlo y no porque alguien les diga cómo hay que actuar” (...) “Yo sé a donde he de llegar, pero en vez de decirles “vamos hacia ahí” quiero que sean ellos los que descubran el camino”. 

             (…) “Desde cualquier enfoque (ya sea la alta competencia o de cualquier nivel; el entrenamiento y la enseñanza) se trata de pasar del dominio al dominio mejor; éste es el punto de encuentro donde se articulan el presente y el futuro, lo que somos y lo que queremos ser, lo que somos capaces de hacer en el juego y lo que queremos llegar a hacer; del dominio que tenemos al que queremos tener, del conocimiento que se tiene a lo desconocido, del despliegue conceptual actual a uno de mayor volumen, de lo que está siendo a lo que aún no es”.

               (…) “El fútbol es una práctica con una estructura determinada a priori que nos permite anticiparnos: por un lado los aspectos tecnológicos proponen toda una serie de reglas que configuran las acciones y dicen lo que hay que hacer y el modo de hacerlo, de algún modo esto sería lo determinado, y por el otro lado el juego estratégico que se ocupa de esa dimensión en la que las personas ponen en juego su libertad, realizan algunas acciones y no otras, obteniendo algunos efectos y no otros, de algún modo esto es lo indeterminado”. 

               (…) ”En la enseñanza las tareas suponen la creación de ejercicios orientados a estructurar situaciones que provoquen el despliegue conceptual. Las tareas deben diseñarse para la resolución de problemas que plantea el juego teniendo en consideración los aspectos tecnológicos y estratégicos: técnicas disciplinarias que ordenan algunos funcionamientos lo suficiente como para restringir algunas acciones y precisar otras y servir así de apoyo para el acto creativo”.

               (…) “Al respecto de la creatividad en el fútbol actual, piensa Aimar: Hay que crearles entornos creativos. El fútbol es mucho de sensaciones, de imaginación. El fútbol no es ajedrez. La torre va siempre para adelante y los costados. El caballo también hace siempre los mismos movimientos. En fútbol no. Ellos tienen que equivocarse. Si nosotros a esas edades sólo jugamos tácticamente no podemos esperar jugadores creativos. Y vuelvo a la defensa atrapada atrás, eso lo destraba un creativo. Uno que se imagina algo diferente. Tenemos que dejarlos y permitirles equivocarse, sobre todo a la edad que estoy yo, que son niños jugando al fútbol”.

             28.mayo.2024.